Creo que fue Manuel Fraga Iribarne el
que dijo un socialista es alguien capaz
de sostener simultáneamente una cosa y la contraria. Algunos añadieron el
estrambote y afirmar que las dos son
ciertas y progresistas.
En el culebrón de la Junta de
Andalucía por hacerles el trabajo sucio a los musulmanes en relación con la
Catedral de Córdoba tenemos un buen ejemplo de esto. Por un lado, el diputado Antonio Hurtado afirma (sin aclarar las fuentes que sustenten una aseveración tan
tajante como la suya) que los ciudadanos
cordobeses están indignados con la institución religiosa por adueñarse de bienes públicos. En el
supuesto de que tenga estudios universitarios, cosa que me permito dudar,
dichos estudios no deben ser de Derecho (y si lo son, aprobó los exámenes
copiando).
Para empezar, la inmatriculación de un
bien inmueble en el Registro de la Propiedad no es constitutiva del derecho de
propiedad. Simplemente, permite hacer valer frente a terceros el hecho
preexistente de dicha propiedad. Si admitimos que la Iglesia ha inmatriculado
algo que no era suyo, cabe dudar que fuera un bien público. Es más probable que
se tratara de un res nulius o, por
emplear un vocablo que igualmente sería aplicable a su señoría, un bien
mostrenco. Con lo cual, por decirlo en román paladino, serían del primero que
pasara por allí. La Iglesia católica, según la tesis del señor diputado.
Tesis que se cae de base porque la
Iglesia católica es la titular de la Catedral del Córdoba desde hace la
friolera de ochocientos años, que se dice pronto. Un año por cada mil puestos
de trabajo que su partido prometió crear en las elecciones generales de 1.982.
Y mientras, la lideresa del partido en Andalucía va y defiende la buena gestión de la Iglesia en
relación con el templo de marras.
A ver si nos aclaramos un poquito,
carape…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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