En un chiste de vascos, el cura nacionalista dice en la homilía de Navidad: Y fijaos, hermanos, si Cristo fue humilde, que pudiendo haber nacido en Bilbao eligió nacer en Belén.
Bueno, pues nacería en Belén, pero ya sabemos de dónde era su padre, San José: era catalán de pura cepa, o al menos así lo sostiene el Ayuntamiento de Barcelona (me pregunto yo qué hace una institución tan laica metiéndose en asuntos de religión). Como base para tan profunda y sesuda afirmación, se apoyan en el hecho de que en un retablo de la catedral aparezca el esposo de María tocado con una barretira y preparando una escudella (para la madre, aclaran, no para el Niño; se ve que, por mucho Niño Dios que fuera, a tan tierna edad todavía no podía tomar platos tan contundentes).
Por esa regla de tres, si en algún sitio se representara al carpintero de Nazareth con una chapela, cabría afirmar que era vasco; si con un cachirulo, que fue aragonés; si con una gorra de visera, cheli total; y así sucesivamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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