La semana pasada se produjeron dos atentados en Francia, con el resultado de más de una docena de víctimas. El más importante se produjo en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo, siendo acribillados varios dibujantes y redactores en las oficinas de la publicación, y un policía en la huida de los manifestantes.
La progresía española reaccionó como cabía esperar, es decir, de un modo miserable. Guillermo Toledo, que no pierde ocasión de demostrar que en lugar de conciencia lo que tiene es una pila de excrementos, valoró el atentando diciendo que Occidente asesina diariamente, y que las imágenes del asesinato del policía eran un montaje.
Por su parte, el llamado diario independiente de la mañana consideró, en uno de sus artículos, que la yihad es un acto de insumisión ante una Europa negadora. Por lo visto, para esta panda de cretinos la solución para que los islamistas dejasen de matarnos sería el someternos nosotros. O, para decirlo claramente, consideran que es mejor vivir de rodillas que morir de pie. Porque a lo único que se niega Europa (y tampoco es que lo haga con toda la energía necesaria, la verdad) es a someterse.
Finalmente, un rapero filoetarra amigo del segundo de Junior afirmó que el semanario apestaba a colonialismo, y que los asesinatos olían muy mal, a autoatentado como el 11-S. Que se lo digan a las víctimas…
En cuanto a parte de la prensa llamada libre –el New York Times y el Wall Street Journal-, se desmarcó de la mayoría y no reprodujeron las viñetas sobre Mahoma y el Islam que los asesinos adujeron como justificación de su crimen, y el diario danés que las publicó inicialmente dijo que tiene una responsabilidad hacia sus trabajadores y que no las reproducía a su pesar.
El problema es que el Islam es una religión medieval, que sigue anclada en los postulados primigenios formulados hace catorce siglos y que pretende regir todo el mundo en todos los ámbitos con arreglo a unos preceptos religiosos que consideran sagrados e inmutables. Hasta que no tengan una reforma, una Ilustración y un equivalente al Vaticano II, el Islam, moderado o radical, constituirá una seria amenaza para aquello que viene llamándose civilización occidental. Porque nos odian y quieren destruirnos y someternos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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