Los
neocom (al menos los españoles) son
marxistas, sí… pero podríamos decir que lo son al cuadrado. Me explico.
Por
un lado, son marxistas de los que siguen las tesis de Carlos: dictadura del
pueblo, control de los medios de comunicación, el Partido como vanguardia de la
revolución, dinamitar el sistema liberal burgués desde dentro utilizando sus
propias instituciones… toda la farfolla habitual.
Por
otro lado, son marxistas de los de Leonard, Adolph (o Arthur), Julius, Milton y
Herbert, los celebérrimos hermanos Marx, y más específicamente del mediano
cuando dijo aquello de estos son mis
principios; si no le gustan, tengo otros.
¿A
qué viene esto? A que sólo así se explica que, al ser denunciada por la policía municipal una banda que actuó en San Isidro por ofensas a la autoridad –dijo,
textualmente, me cago en la puta madre de
la Policía Nacional, la Policía Municipal y la Guardia Civil- una concejal podemita dijera que aquello era libertad
de expresión y, apenas veinticuatro horas más tarde, congresistas neocom elogiaran a los valientes de la Guardia Civil tras los informes de la UCO en
los que, de una u otra manera, se veía implicada la presidente de la comunidad
de Madrid, Cristina Cifuentes.
Pues
no me gustan los principios neocom. Ni
éstos, ni los otros. Ni los de más allá.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario