A
veces, la asunción de la impotencia para solucionar una cuestión se expresa de
manera directa. Otras, en cambio, se hace de modo elíptico, oblicuo, o
sugiriendo una solución que, a buen seguro, no llevará a ninguna parte.
Este
es, me parece, el caso de la esposa de Yon Goicoechea, un preso venezolano. Tras
escuchar el calvario de la afligida cónyuge, el ministro español de Asuntos
exteriores le dijo que la vía más
efectiva para obtener resultados era Zapatero.
Si
esa es la más efectiva, no quiero ni
pensar en cómo serán las demás…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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