Leo
que José Guardiola, en mi opinión el entrenador más sobrevalorado del fútbol
actual, ha dicho lo siguiente: En un gran equipo ya me habrían despedido.
Mi
primera reacción al leer el titular (hasta que diga lo contrario, todo lo que
escribo en esta entrada lo hago sin leer la noticia) fue que el meacolonia ya
estaba dando otra muestra de su soberbia, esa que tan mal disimula. Ningún
entrenador dirá, implícita o explícitamente, que el club que le paga su salario
no es un gran equipo. Podrá decir, sí, que su equipo es un equipo modesto o humilde, y lo podrá decir con sinceridad o con falsa modestia
(sería el caso del Cholo Simeone si
dijera que el Atlético de Madrid es un club modesto: en Madrid serán modestos
el Rayo, el Leganés o el Getafe, pero no el club de –hasta dentro de poco ya-
la ribera del Manzanares); pero nunca dará a entender, repito, que su equipo no
es grande (ni siquiera aunque no lo sea). Y menos una entidad con el
presupuesto que maneja el Manchester City, las figuras que tiene en su plantilla
y las aspiraciones al comienzo de temporada (ganarlo todo).
Mi
segunda reacción, tomada diez días después de incluir el titular entre los
elegidos para escribir una entrada y, como quien dice, diez minutos antes de
ponerme a escribirla, fue que el calvo melifluo, por una vez, ha dicho algo que
concuerda con la realidad: el Manchester City no es un gran equipo, entendiendo
que con equipo se quiere decir club o entidad. Quizá lo sea en unos años, cuando se haya labrado un
palmarés que merezca un cierto respeto. Como, por ejemplo, el Chelsea, al que
el chorro de millones de Abramovich no convirtió, de repente, eun un gran
equipo.
Dicho
lo cual, leí la noticia… y vi que debajo del titular decía que El técnico del Manchester City cree que su
equipo aún no es un club tan importante como Bayern o Barcelona. Aunque en
el cuerpo de la noticia en sí el secesionista dopado no dijera eso…
explícitamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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