Como
suele decir César Vidal, ha ocasiones en que el contraste entre lo que hacen y
lo que dicen algunos políticos es tan fuerte que es como oir a Madame de
Pompadour hablando de castidad.
Con
motivo de los últimos escándalos de corrupción que han afectado al Partido
Popular, los necionanistas catalanes
(perdón por coger la parte por el todo; me refiero a Convergencia y Unión) –precisamente
ellos, que junto con el PSOE son quienes más deberían callar- han dado un paso
adelante… hacia el ridículo. Así, Durán y Lérida ha ofrecido al gobierno las propuestas de CyU para erradicar la corrupción, mientras que Arturito Menos,
al tiempo que denuncia el clima de corrupción generalizada instalado en el país, defiende a Oriol Pujol, y ha convocado una cumbre catalana contra la corrupción (cuando se le enfrentó a la incoherencia que semejante iniciativa
supone, el prócer del tupé y la mandíbula cuadrada distinguió entre corrupción
de alto y bajo nivel).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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