martes, 26 de febrero de 2013

Reculando, que algo queda


El problema con el Gobierno de Mariano Rajoy no son tanto las reformas que emprende como las que no emprende o, peor, las que deja de emprender por la presión ciudadana (debería aprender en esto del PSOE, al que la presión ciudadana le resbala, así sean dos millones de personas los que se manifiesten en contra del aborto libre o de la negociación con Eta.
Hace dos semanas tuvimos dos ejemplos de este rasgo de los maricomplejines: después de decir que se opondrían a la tramitación parlamentaria de la iniciativa ciudadana sobre la dación en pago, el PP reculó y votó a favor de permitir dicha tramitación; y, casi a la vez, el ministro de Justicia anunció que reduciría las tasas judiciales.
En ambos casos, si inicialmente estaban en lo correcto, ¿por qué rectificaron? O si sus posiciones iniciales eran erróneas, ¿por qué las mantenían?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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