Varias veces he citado aquí el dicho de que
un socialista es alguien capaz de afirmar una cosa y la contraria, sosteniendo
que ambas son ciertas y progresistas. Y la realidad no pierde ocasión de poner
de manifiesto que tal circunstancia es cierta.
Recientemente salían a la luz unos supuestos papeles de Luis Bárcenas, antiguo
tesorero del Partido Popular, de los que parecía deducirse que la cúpula del
partido había venido cobrando sustanciosos sobresueldos (naturalmente, no
declarados) durante bastante tiempo. El diario independiente de la mañana, quizá
deseoso de resarcirse del patinazo que supuso la publicación de la fotografía
del falso Chavez en el hospital, se lanzó a publicar la noticia buscando quizá descabezar
al partido en el gobierno y quizá al propio gobierno.
Sin embargo, las cosas no parecieron salir
como ellos deseaban. Tanto los políticos como el antiguo tesorero negaron la
autenticidad de los papeles; luego, cuando la policía judicial fue a reclamar
tales papeles, resultaron ser unas fotocopias, y no los originales que el panfleto sociata pretendía que eran;
finalmente, hasta el PSOE, que (como en sus buenos tiempos) había hecho piña
con el diario de PRISA en su estrategia de acoso y derribo contra el PP, ha
comenzado a apartarse y a decir que no creen a Bárcenas (¿no le creyeron cuando
salieron a la luz los papeles, o cuando dijo que eran falsos?)
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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