De José Luis Rodríguez Zapatero
sabíamos bastantes defectos: soberbio, obstinado, sectario, pomposo, embustero,
traidor… Ahora, para redondear la cosa, nos hemos enterado de que, además, es
un indiscreto de tomo y lomo.
Resulta que el texto estrella de su
libro de memorias (texto que, por supuesto, no fue escrito por él), es decir,
la carta que Trichet le envió indicándole las medidas que tenía que tomar si no
quería que España fuera inftervenida, le fue remitida con carácter de confidencial. Además, no iba dirigida a
la persona, sino al cargo. Con lo que el contenido de la misiva no debería
haber sido hecho público; al menos, no sin antes obtener el permiso tanto del
Banco Central Europeo (el remitente) como del Gobierno de España (el
destinatario).
Permiso que, por supuesto, ni siquiera se molestó en solicitar…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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