A pesar de lo que
digan los políticos de uno y otro signo, izquierdas y derechas, nacionales y
nacionalistas, los terroristas vascos no están, ni mucho menos, derrotados,
sino todo lo contrario; y si lo están, no se han enterado.
Poniéndonos serios, y
parafraseando el último parte de la Guerra Civil, nunca han estado tan cerca de
conseguir sus últimos objetivos. Con sus asesinos excarcelados gracias a la
acción del PSOE (al colocar en el sedicente Tribunal Europeo de Derechos
Humanos a uno de su cuerda) y a la complicidad del PP y la judicatura (al
extender a principio general lo que no era sino una resolución particular y,
además, de no obligado cumplimiento, y mucho menos inmediato); con las
instituciones tomadas y sus expectativas electorales al alza; con las víctimas
ninguneadas, pisoteadas y humilladas por quienes deberían defenderles;
prácticamente ya sólo les queda la independencia.
Y mientras, envalentonados,
se permiten humillar ellos también a sus víctimas, haciendo mofa y escarnio del
sufrimiento que causaron y del triunfo que están obteniendo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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