En lugar de
preocuparse por el erial en el que más de tres décadas continuas de socialismo
han convertido a Andalucía, la flamante presidenta de la Junta se dedica a
criticar a los que se preocupan de crear empleo y riqueza. Es decir,
fundamentalmente, de la Comunidad Autónoma de Madrid, a la que acusa de ser un paraíso fiscal.
Ante semejante memez,
había dos alternativas: responderle como se merece o, como ha hecho el consejo
de gobierno madrileño, tomársela a risa.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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