Los neocom se presentaron como abanderados de la regeneración de la
democracia, dispuestos a barrer de la vida pública a lo que ellos motejaban de casta y que ha resultado ser, vistos sus
primeros días en el cargo, el Partido Popular. Porque con todos los demás,
empezando por los Suciolistos y
acabando por los terroristas, se han aliado absolutamente con todo el mundo con
tal de pillar poder.
En Madrid, y aunque la anterior
alcaldesa aprobó en Abril un reglamento que prohíbe que los ediles nombren como
cargo eventual o de confianza a un familiar, doña Rojelia se ha quedado tan
pancha después de contratar a un sobrino político; y no de botones,
precisamente, sino en un puesto con un sueldazo del carajo de la vela, que uno
no sabe para qué lo necesita después de que, por trabajar ocho meses, le hayan
indemnizado con casi noventa mil euros.
En Barcelona, la alcaldesa respectiva
ha hecho que el partido contrate a su pareja (que uno no sabe qué clase de
relación tienen, porque unas veces le llaman marido, otras novio…mejor llamarle
el Colao, y así todos sabemos de qué
estamos hablando); pero no porque sea su pareja, sino porque, según ella, es brillante.
Esperemos que sea mejor que ella como
actriz, porque la verdad es que no resulta nada convincente…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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