jueves, 2 de marzo de 2017

Tres joyas sobre los Goyas

Me importan tan poco los premios de la academia española de cinematografía (los llamados Goya) que he refundido lo que en otras condiciones serían tres entradas en sólo una. Así me las quito de un plumazo y no martirizo a mis (escasos) lectores durante tres días seguidos. Y yo me quito de una tacada el tener que escribir tres días sobre el mismo tema.
Noticia número uno: los Reyes y sus hijas se fueron a esquiar a Astún el fin de semana en que se entregaban los premios. O, por decirlo a las claras, pasaron de los Goya para irse a la nieve. Si yo pudiera y me gustara esquiar (que no es el caso, al menos en lo que al deporte blanco se refiere), haría exactamente lo mismo. Total, para ir a un sitio donde (seamos prudentes) la mitad no quiere ni verme y el noventa por ciento no sabe cómo dirigirse a mí (era Alteza cuando era príncipe, y ahora es Majestad; ¿te enteras, manchego de los cojones?), mejor voy a divertirme en familia.
Noticia número dos: resulta que el cine español recibe tres veces más subvenciones de lo que recauda en IVA (y eso que el IVA cultural es el más alto de todos). En realidad, eso no es noticia: el mundo del cine español se las da de artistas, pero van a lo que vamos todos. A por la pela. Pues a ver si se aclaran: o es arte, o es industria. Pero no las dos cosas a la vez. En esos Estados Unidos de los que tanto abominan y por los que tanto pierden el culo lo tienen muy claro: es una industria, y punto. El que quiere hacer arte no recurre a papá Estado, sino que se busca las lentejas.
Noticia número tres: recién acabada la gala (qué manera de estropear el nombre de una amiga), la Academia de cine convocó un concurso de ideas para los próximos Goya. Yo tengo una, y se la ofrezco gratis et amore.
Que no los celebren.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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