domingo, 20 de mayo de 2018

Amosanda

Cuando se habla de partidos políticos tradicionales en España, se entiende que se está haciendo referencia (por orden de antigüedad) al Partido Socialista Obrero Español y al Partido Popular, aunque este último tenga apenas un cuarto de siglo con esa denominación y aunque el Partido Comunista Español sea mucho más antiguo. Sin embargo, los de la hoz y el martillo se subsumieron en Izquierda Unida, que a su vez se incardinó en no recuerdo qué formación de efímera existencia, que por su parte acabó incluida en Unidos Podemos.
Bien, pues esos partidos tradicionales lo han hecho tan rematadamente mal en estos últimos tiempos –o, al menos, eso parece pensar la gente, o eso parecen indicar las encuestas- que se han visto amenazados por dos formaciones de nuevo cuño. Y ello, a pesar de que unos no tienen responsabilidad de gobierno digna de mención, apoyando a unos o a otros según el lugar y la minoría mayoritaria, y que los otros no son sino los populistas de ultraizquierda de siempre, que allí donde han pescado cuota de poder (venga, todos a una… gracias al PSOE) han demostrado que siguen siendo lo de siempre: unas nulidades como gestores de lo público y unos hachas en barrer para los suyos.
Pero de ahí a decir que Ciudadanos sigue imparable y que Podemos supera a PP y PSOE media un abismo, aunque lo diga el otrora diario independiente de la mañana, según algún conocido el periódico con más medios de España.
Y el más sectario (con permiso del fenecido, al menos celulósicamente hablando, Público) también.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: