sábado, 5 de mayo de 2018

Suicidémonos

Vamos a dejar aparte el hecho de que la financiación pública de los partidos políticos es un sinsentido: si dependen de lo público, su objetivo no será otro que maximizar esa afluencia de fondos que no son capaces de proveer por ellos mismos.
Dicho esto, en pocos países del mundo, por no decir en casi ninguno, se financia con dinero público a los partidos políticos cuyo objetivo es, precisamente, la destrucción del Estado. Pero ¡ay, amigo!, también en esto España es diferente, y así el dinero que los golpistas catalanes destinaron a perpetrar su delito provenía de las aportaciones que realizaba el Estado.
Y aunque el ministro de Hacienda niegue esta circunstancia, y el presidente del Gobierno otorgue con su silencio, tanto el ministro de Asuntos Exteriores como Abogacía del Estado dan datos que muestran que, al menos, millón y medio de euros (que se dice pronto) fueron destinados a actividades encaminadas en la práctica a la ruptura del orden constitucional y la división entre catalanes.
Más claro, agua.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: