miércoles, 17 de octubre de 2018

O tempora, o mores

Precisamente ayer leí en los comentarios de un blog que sigo que un sujeto, declarándose no comunista, decía que tenía que agradecer a (entre otros) los comunistas el hecho de poder vivir en una sociedad capitalista con libertad.
No niego que, hace doscientos años, los movimientos de izquierdas fueran importantes para una conquista paulatina de derechos y libertades, acabando con los privilegios de unos pocos. Pero los dos siglos transcurridos, la izquierda ha devenido cada vez más autoritaria e intolerante para con los que no piensan como ella; o, por mejor, decir, los más intolerantes con el pensamiento ajeno (feministas, animalistas, progresistas y miembros de los demás ismos) se proclaman como de izquierdas. Y los partidos de izquierdas, socialistas o comunistas, no sólo no rechazan esa afiliación, sino que les jalean, vitorean y alientan.
Tomemos el caso del que ha sido primer expulsado en la presente edición del programa Operación Triunfo (programa que, como los demás espectáculos presuntamente realistas –me niego a utilizar los palabros extranjeros). Hace un mes se supo que en su cuenta personal de Instagram el joven publicó varias fotos con banderas de España, fragmentos de la Biblia y una con el rey Juan Carlos, motivos por los que muchos seguidores del programa pidieron que no pasara el primer corte, sin juzgar su talento (es decir, antes de que pudiera, literalmente, abrir la boca).
Qué diferencia con la edición anterior, en la que el público toleró las manifestaciones filoseparatistas de uno de los cantamañanas participantes y el silencio cómplice de su novia, también gorgoritos concursante.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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