jueves, 26 de septiembre de 2019

El Cantar del Mío Cid, a la viceversa

Cuando se agotaba el plazo para forjar acuerdos de cara a muñir una candidatura con posibilidades de salir adelante en la sesión de investidura, Naranjito se decolgó proponiendo al PP investir a Sin vocales con tres condiciones: devolver Navarra a los constitucionalistas, mantenerse firmes con los golpistas catalanes, y no subir los impuestos.
Con la desfachatez que caracteriza al PSOE de dctr Snchz, desde el partido de la mano y el capullo contestaron que esas condiciones ya se cumplen. En Ferraz y Moncloa deben tener un concepto de cumplimiento diametralmente opuesto al que me enseñaron en el colegio: si el PSOE gobierna en Navarra, es gracias a que los terroristas lo consienten; proponer relatores para Cataluña no es, precisamente, el mejor modo de mostrar firmeza con los que quieren destruir España; y en cuanto a que un gobierno de izquierdas no suba los impuestos, mejor ni hablamos.
Las reacciones fueron las esperadas: la propuesta de Rivera le reconcilió con el sector crítico de su partido, es decir, con aquellos que prefieren aliarse con el PSOE antes que con el PP (o que tienen más miedo de hacerlo con éstos que con aquéllos), mientras que los de Génova no se sumaron a la propuesta. Y mientras, la única institución del Estado que ha, valga la redundancia, estado a la altura exigible –esto es, la Corona- trasladó a los partidos que su función, como proponían (¡precisamente ellos, los antimonárquicos!) los neocom, no es mediar.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: