lunes, 28 de octubre de 2019

Libros son libros

El año pasado, el Premio Nobel de Literatura no se entregó por la serie de escándalos (de naturaleza sexual, en algunos casos) que rodearon a algunos miembros de la Academia sueca, encargada de elegir a los premiados.
Por lo tanto, este años se entregaron dos galardones, los correspondientes al año pasado y al corriente. Uno de los premiados ha sido el austriaco Peter Handke, lo que, al parecer, ha resultado polémico por ser un férreo defensor de Milosevic.
De acuerdo que Milosevic es, simplificando las cosas, un asesino de masas, pero no veo que el defenderle menoscabe los méritos de nadie para obtener premio alguno, salvo quizá el Nobel de la Paz (aunque se lo han dado a alguno que ya, ya…).
Porque no recuerdo que se armara tanto alboroto cuando se lo concedieron a Gabriel García Márquez, conocido defensor (y hasta amigo) de Fidel Castro. O a Jean-Paul Sarte, marxista convencido. O a Pablo Neruda, comunista. Qué curioso (nótese la ironía), todos de izquierdas...
Como no debiera haberlo en ningún caso, porque el premio debe entregarse, según estableció el testamento de Nobel, a quien hubiera producido en el campo de la literatura la obra más destacada, en la dirección ideal.
Aunque no sé qué hay de ideal en la obra de, por poner un ejemplo, Camilo José Cela.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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