miércoles, 24 de febrero de 2021

Libertad de expresión

En diez días tocará hablar de las reacciones a la entrada en prisión de un sedicente rapero que lo único que hace es verter por la boca lo que los demás seres vivos excretamos por el otro extremo del tracto digestivo.

Pero hoy toca hablar de cómo los dos partidos que integran el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer se peleaban entre ellos para intentar demostrar quién era más progresista, entablando una insólita carrera para anticiparse en el registro de las iniciativas legislativas en pro  de la despenalización de los delitos de libertad de expresión.

Me hago de vientre en los miembros de la familia del psicópata de la Moncloa. Pienso que su vicepresidente primera es tan sectaria como inculta. Pienso que su vicepresidente segundo anda necesitado de un buen corte de pelo, una ortodoncia y alguien que le enseñe cómo vestirse. Pienso que la ninistra de Tantodaquedalomismo está dónde está porque es la madre de los hijos del anterior… y porque éste todavía no la ha sustituido por otra, que se sepa. Pienso que el portavoz neocom en el Congreso de los Diputados es alguien cuya deformidad física es sólo superada por su deformidad de espíritu. Pienso que la segunda república fue un régimen ilegítimo, ilegal y -por parte de las izquierdas- criminal. Pienso que el franquismo fue un mal menos comparado con lo que habría supuesto la prolongación republicana. Pienso que el PSOE es un partido delincuente desde sus orígenes, y que en siglo y medio de historia no ha hecho nada por reformarse.

Podría seguir, pero creo que me he expresado libremente bastante… por esta vez.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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