jueves, 25 de febrero de 2021

Ni tanto así

Hace un par de semanas, la noticia era que había clamor en el PSOE contra Pablo Iglesias porque degrada la vicepresidencia del gobierno de España.

La verdad es que, en condiciones normales -en un país racional, en un mundo racional- no podría estar más de acuerdo con semejante afirmación. Un sujeto que en lo físico da grima -antes una cola de caballo, ahora un moño; tirando a chepudo; una dentadura que hace que el maxilar inferior de Isidoro, por comparación, parezca un candidato con posibilidades para un anuncio de dentríficos-, en lo estético vergüenza ajena, en lo intelectual bochorno y en lo ideológico repugnancia, degradaría, no ya la vicepresidencia del gobierno de España, sino hasta un estercolero o un pozo negro.

Pero no estamos en un país normal, ni tenemos un gobierno normal. Tenemos un gobierno de psicópatas, inútiles, vagos, lunáticos -esto va por el astronauta, que ni está ni se le espera- e indigentes intelectuales, presidido por un sujeto que es todo eso y mucho más. Es decir, que el hijo del terrorista -además- no es que degrade nada. Todo lo contrario. Está al mismo nivel, más o menos.

Se encuentra en su lugar natural.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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