Al principio pensé en hacer un juego de palabras y titular esta entrada perro no muerde zorra, por considerarlo más ajustado a la realidad. Sin embargo, ese título, al apartarse del refrán, perdería virtualidad: ¡pues claro que los perros muerden a los zorros, con independencia del sexo del raposo!
El asunto al que me
refiero es el cambalache que se trajeron entre manos, hace ahora un mes, el actual
fiscal general del gobierno y su predecesora. Aquel, para agradecer a ésta la
merced que le hizo, le devolvió el favor ascendiéndola, saltándose todo el
escalafón y el principio de mérito, a fiscal de la Sala de lo Militar delTribunal Supremo.
Hoy por ti, mañana por mí, y barriendo siempre para Ferraz.
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