Es lo que pensé cuando leí el titular de que El Museo del Prado publica el listado de obras provenientes de incautaciones en la Guerra Civil. Al fin y al cabo, durante prácticamente toda la contienda, la capital de España -y, por lo tanto, la pinacoteca- estuvo bajo el control de las autoridades republicanas.
Luego, leyendo el
artículo, vi que las obras citadas fueron probablemente incautadas por la
Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico, órgano (u organismo)
perteneciente al bando sublevado y, al fin y a la postre, vencedor.
Lo que hizo el
franquismo, si se demuestra que lo hizo, estuvo indudablemente mal, y debe ser condenado
(moralmente). Pero este es mi blog, y mi pasatiempo es sacudir dialécticamente a la izquierda, así que diré que lo que hizo el franquismo no es peor que la destrucción, por el mero hecho de ser de temática
religiosa, de incontables obras de arte que perpetró el bando rojo entre
1.931 y 1.939.
Y a esos, o a sus herederos ideológicos, todavía no les he oído siquiera ofrecer una explicación de las suyas. Niente. Nada.
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