jueves, 2 de marzo de 2023

Es lo que pasa cuando la raposa cuida de las gallinas

Ana Pastor (la periotonta) y su marido (Tres capas de calzoncillos Ferreras) van por la vida extendiendo carnés de sinceridad, objetividad periodística y buen hacer profesional. Incluso han encargado a una empresa de la susodicha la vigilancia de los bulos en internet, eso que ahora llaman fake news.

Pues resulta que la susodicha empresa puede ser la soga que acabe ahorcando (metafóricamente) a la señora Pastor. Transcribo un fragmento de la noticia:

La historia arranca hace tres años, en 2020, a raíz de un artículo de opinión, publicado en un blog, firmado por el abogado Guillermo Rocafort y titulado: "Un doctor en Economía sospecha que Ferreras y Ana Pastor difieren el pago de impuestos". En ese texto se denuncia que la pareja "disfruta de un régimen de opacidad patrimonial y fiscal cuya información se nos niega", un "agujero negro" que es "su principal talón de Aquiles y lo saben". Se les insta a "publicar sus declaraciones de IRPF de los últimos veinte años" teniendo en cuenta que "la susodicha recibe suculentas subvenciones de la Unión Europa".

A los meses Mª Ana Rosa Pastor pone una denuncia contra Rocafort por "intromisión ilegítima en su derecho al honor".

Y yo me pregunto: ¿hay acaso una intromisión legítima en el derecho al honor? ¿Es mentira lo que dice el blog de marras? Porque, parafraseando, al bloguero no le han llamado mentiroso, le han llamado grosero.

Al final, como a Al Capone, por los impuestos…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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