Hay quienes, por maldad o por inocencia, achacan la responsabilidad del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, y de la coalición Frankenstein que los sustenta parlamentariamente, al hecho de que los partidos de centroderecha no dieran otra alternativa al psicópata de La Moncloa.
La realidad es otra. La realidad
es que el fatuo egocéntrico y despiadado se alió con quien quiso aliarse, y que
se encuentra bastante cómodo en esa alianza. Y si pacta con ierreceos y
terroristas el diluir la investigación sobre el tito Berni -un caso de
libro de corrupción de partido, o de partido corrupto, por ser más ajustados a
la realidad y a la Historia- para convertirla en el caso cuarteles
-echando mierda sobre una de las instituciones más queridas y respetadas por
cualquier español de bien-, es porque se produce una confluencia de intereses
entre unos y otros.
A todos ellos les interesa destruir España y acabar con cualquier institución que pueda impedirlo o siquiera dificultarlo.
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