sábado, 8 de abril de 2023

Hay bandoleros más allá de Sierra Morena

Decía lord Acton que el poder tiende a corromper, y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Como todas las generalizaciones, quizá la frase no sea absolutamente cierta, pero sí bastante acertada.

Tomemos el caso de la franquicia andaluza de los de la mano y el capullo. Detentó, durante casi cuatro décadas, un poder prácticamente omnímodo en la región. No sé si la corrupción fue fruto de la estadía o si fue el medio para permanecer tanto tiempo. Probablemente, uno y otro elemento se retroalimentaban. El hecho es que, aunque a la izquierda del PP no lo reconozcan, ése sí que ha sido el partido más corrupto de España, secesionistas catalanes incluidos, que ya es decir.

Digo a la izquierda del PP, y con ello incluyo a los neocom. Éstos saben que el PSOE es corrupto hasta la médula, pero en general se lo callan porque les conviene para poder sentarse a la mesa en la que se reparten cargos y prebendas. Sólo cuando les hacen alguna faena -algo en lo que los suciolistos también son duchos- se les desata la lengua y cantan por soleares y hasta por alegrías.

En Extremadura, el poder no ha sido tan prolongado ni tan extenso, pero casi. Durante una legislatura gobernó el PP, al haber alcanzado la mayoría absoluta (dado que allí el bipartidismo era prácticamente perfecto, resultaba la única manera), pero pronto las cosas volvieron a su cauce. Cauce podrido, cauce metífero, cauce hediondo, pero cauce al fin y al cabo.

Y por eso allí también hay casos tan corrupción, en los que está implicado hasta un vicepresidente del consejo regional de gobierno, y en los que a la alcaldesa que impulsó el proyecto que acaba ahora de ser descubierto -una tubería que más que agua potable, parece que transportaba aguas fecales, dado lo que apesta el tema- cobraba dieciocho mil ciento cincuenta euros anuales -mira tú qué casualidad, justo la cuantía máxima de un contrato menor- por sus servicios jurídicos.

Ajeno a todo esto, el visir regional -que de boquilla es muy valiente, pero al que al comparecer ante el califa se le sellan los labios como si se los hubieran pegado con cianoacrilato- inauguró, a finales del mes pasado, la conducción de marras.

Total, sólo les ha llevado veinte años de nada.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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