viernes, 4 de agosto de 2023

Recusable

Los jueces y magistrados deben, por definición, ser imparciales en el desempeño de su labor. Esto no quiere decir que no tengan ideas propias, incluso ideología, pero deben dejar unas y otra aparcadas a la hora de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

Cuando esto no ocurre, cuando son parciales por amistad íntima o enemistad manifiesta en relación con alguna de las partes, o cuando tienen interés en el asunto, caben dos posibilidades: o son lo bastante honestos consigo mismos para darse cuenta de ello, y se abstienen de conocer, o siguen en sus trece, en cuyo caso la parte que se considere perjudicada (la que se podría considerar beneficiada serían tan tonta como honrada si alzara la patita) puede recusarles.

En el caso del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, a la parcialidad va unida la desfachatez, puesto que poco antes de las elecciones generales manifestó, y se quedó tan pichi, que mientras fuera presidente, Vox no ganará ningún recurso de amparo, ni de inconstitucionalidad.

Puesto que es evidente que no piensa abstenerse -no lo ha hecho hasta ahora, no veo por qué iba a empezar-, si Vox planteara cualquiera de los dos tipos de recurso -cosa que tras las elecciones no puede hacer, al menos en solitario, dado que obtuvo menos de cincuenta diputados-, debería acompañar el escrito de interposición con uno de recusación del presidente.

Por bocazas.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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