Lo malo de la actual clase dirigente (y allegados) de los de la mano y el capullo es que, sobre ser malvados, carecer de escrúpulos y ser bastante soberbios, además resultan bastante torpes. Cosas de haberse educado (es un decir) bajo las leyes educativas (es otro decir) perpetradas por la izquierda.
Y cuando intentan arreglar las cosas, quedan
todavía peor. De momento, vamos a quedarnos con el empezóse, no con el continuóse.
Hoy toca hablar de David Sánchez, el hermano del psicópata de la Moncloa, tan
dotado para lo suyo que es capaz de dirigir una orquesta de Extremadura… desde
Portugal, donde reside pero no vive. Al menos, no vive donde dice que vive.
Y mientras, pasito a pasito, piano piano, la Justicia independiente sigue haciendo su trabajo, detectando actos preparatorios y sorprendiéndose de que carezca de despacho. Pues no le espera poco ni nada, señoría…
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