La izquierda, los secesionistas, los terroristas, los comunistas y demás enemigos internos de la Patria hablan de la existencia de lawfare, de una conjura de los jueces para acabar con ellos.
En realidad, lo que ocurre es justamente lo
contrario: una campaña metódica, organizada, constante, de intento de acabar con
la independencia judicial, proceso que inició el partido de la mano y el
capullo bajo la égida de los hoy considerados estadistas González y Guerra.
Porque mientras se dedican medios, fondos y recursos a investigar casos como el de la pareja de la presidente de la comunidad autónoma de Madrid, el juez que está investigando la conexión entre el secesionismo catalán y Rusia denuncia un boicot con ceses de miembros de la policía judicial, falta de medios y amenazas.
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