A pesar de que el conocido adagio dice
que la mejor defensa es un buen ataque, no cabe predicarlo del modo en que la Junta
de Andalucía ha reaccionado ante las informaciones sobre el fraude monumental
en los cursos de formación. Dado que no les cabe apelar a la herencia recibida (argumento manido
donde los haya, pero inoperante en este caso dado que los sucesivos presidentes
socialistas se han ido sucediendo unos a otros), han arremetido contra el
Ministerio del Interior por informar del fraude, acusándole de orquestar una causa general contra Andalucía.
Es decir, que como cualquier político del tres al cuarto (léase Arturito Menos, por ejemplo), se
envuelven en el consabido trapito (cuatribarrado en el caso del principado,
blanquiverde en el caso de la Bética) y, al modo de un Luis XIV redivivo vienen
a proclamar aquello de Andazulía semos
nosotros, o consigna semejante.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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