A los ecologistas que se dedican más a
lanzar soflamas políticas que a tener un comportamiento verdaderamente
ecologista se les suele calificar de sandías
porque, al igual que este fruto, son verdes por fuera y rojos por dentro.
Vamos, que se les ve el plumero… pero a millas de distancia: criticarán a
Occidente por contaminar, pero es complicado que critiquen a China… cuando
contamina más y mejor (y peor, habría que decir).
Hace cosa de un mes los del Pis Verde
protagonizaron otro numerito, pretendiendo amordazar
a los leones del Congreso de los Diputados con motivo del debate sobre la Ley
de Seguridad Ciudadana. Dejando aparte que eso podría considerarse como
maltrato animal, siquiera en efigie, ¿alguno me podría explicar qué demonios
tiene que ver eso con el ecologismo?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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