Los secesionismos españoles no son
fuerzas de progreso, sino de retroceso. Lo es el vasco, y lo es también el
catalán. Éste busca retroceder a la Edad Media, cuando la región no era un país
(nunca lo ha sido), sino un puñado de condados, una zona periférica del imperio
carolingio primero, y de la corona aragonesa después.
Y en ese retroceso medievalizante, los
necionanistas han dado un nuevo paso
atrás, ya que plantean que en una Cataluña independiente será el pueblo el que elegirá democráticamente a los
obispos, en una iglesia católica catalana más culta.
Se ve que estos gaznápiros, con la
mente seca por tanta pamema identitaria, han obviado el estudio de las lenguas
clásicas, y desconocen el significado de católico.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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