Las universidades españolas se
encuentran entre las más antiguas de Europa, que es como decir del mundo. En su
época gozaron de una bien merecida fama, y de sus aulas surgieron figuras
señeras en las más variadas ramas del saber.
Sin embargo, las cosas ya no son así.
Convertidas en una especie de mundo endogámico donde cuenta más el politiqueo
que la verdadera solvencia intelectual, es difícil encontrar alguna entre las
cien o doscientas mejores del mundo.
Y esto es fundamentalmente así, al
menos en mi opinión, por culpa de la izquierda en general y del PSOE en
particular, que con sus sucesivas normas en materia de educación han ido
pudriendo la cosa. El que el Partido Popular intentara hace década y media
arreglar las cosas no sirvió de nada, porque los rectores retroprogres se plantaron y se negaron a aplicar la Ley. Y como en
España, para algunos, el saltarse las leyes sale gratis, la cosa siguió como
estaba. Es decir, empeorando.
Ahora, parece que lo que en su día fue
heraldo de la retroprogresía, es decir, el diario
sectario de la mañana ha señalado –a cuenta de que el partido de Junior haya nacido precisamente en las
aulas universitarias- que la universidad está tan corrompida como los partidos o los sindicatos.
Como no leo semejante panfleto, no sé
a quiénes hacen responsables últimos de tal estado de cosas, aunque supongo que
oscilará entre Aznar, Franco y los Reyes Católicos. O a todos ellos,
directamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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