En esa especie de huida hacia delante que
constituyen las propuestas electorales del grupito de Junior, las económicas son las más descabelladas de todas. Nunca un
sistema de ultraizquierda (comunista, para entendernos) ha tenido éxito
económico. Es más, aplicar un sistema económico marxista a una economía
productiva la convierte inevitablemente en improductiva (y, además, cara), como
ocurrió con la reserva agraria soviética en Ucrania: de ser el granero del
Imperio Ruso pasó a no poder siquiera alimentarse a sí misma.
A contrario sensu, cuando un sistema
teóricamente marxista tiene éxito es porque en la práctica no funciona como
tal. el ejemplo paradigmático sería la República Popular China, que ha crecido
de manera vertiginosa cuando se han aplicado políticas capitalistas.
Centrándonos en el tema de esta
entrada, la receta de Junior contra
el paro costaría ciento cuarenta millardos de euros, y consistiría… en duplicar el número de funcionarios, nada menos. Algo muy marxista, por otra parte.
Éramos pocos y parió la abuela.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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