La etapa de José Luis Rodríguez
Zapatero al frente de la presidencia del Gobierno de España fue letal,
devastadora, terrible para el país: no hizo nada bien, y lo que hizo mal lo
hizo rematadamente mal.
Habrá quien diga que mi afirmación
anterior es demagógica, y que sí que hizo algunas cosas buenas, como las leyes
sobre el matrimonio homosexual o la (llamada) memoria histórica.
Sin embargo, incluso estas
disposiciones se hicieron para contentar a colectivos muy determinados (el lobby homosexual en el primer caso, la
izquierda radical en el segundo)… y con el ánimo de levantar ampollas (o por
decirlo claramente, de joder) en otros colectivos también muy precisos (los
católicos y aquellos que consideran superadas las heridas que abrió la Guerra
Civil… aunque abrir es una manera de
hablar, porque lo único que hizo la Guerra Civil fue llevar a confrontación
extrema los enfrentamientos que se venían produciendo desde tiempo atrás… y
que, desde mi punto de vista habían sido promovidos por la izquierda… pero
claro, yo soy de derechas) que para Rodríguez se resumían en una sola palabra:
Derecha.
El Gobierno de Mariano Rajoy está
haciendo algunas cosas bien, fundamentalmente en materia económica, pero en
otras está haciendo un seguidismo que justificaría la cantinela retroprogre de PSOE y PP, la misma mierda es. Tanto en materia de concesiones a
los terroristas disfrazadas de resoluciones judiciales dictadas siguiendo una
interpretación de la Ley que favorece a los asesinos, como de sumisión a los
secesionistas catalanes expoliando al resto de España, o dictando medidas
económicas populistas y demagógicas… e ineficaces.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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