A Ñoñilondo
ya no le hace caso nadie. Ni cuando dice que Jiménez Losantos y Pedro Jota son fantasmas del pasado (para fantasma
pretérito, él), ni cuando disculpa al mamarracho tuiteador y lo atribuye todo a
un cerco del PP. No deja de ser
curioso que diga que están ejercitando un cerco aquellos a los que sus
correligionarios quieren someter a un cordón
sanitario. Vamos, que los asediados cercan a los sitiadores.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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