Dicho sea con todo el respeto posible
para los sufridos jumentos, los ecolojetas
parecen embarcados en una competición para ver quién es el que suelta la
burrada más gorda. La última (de momento) ha tenido lugar en Australia, donde
un pastor de ovejas ha sido denunciado por la organización PETA por abusar verbalmente de sus ovejas.
Por lo visto, el buen hombre echó
sapos y culebras delante del rebaño, lo que para los compañeros de Pamela Anderson se traduce en una manifestación de maltrato
animal. A esto, los granjeros han respondido que primero habría que
determinar si las ovejas son capaces de entender el inglés, y que en cualquier
caso van a seguir comportándose como hasta ahora, con normalidad.
Decid que sí, muchachos: los anormales son los que se creen que el
mundo funciona como en Babe, el cerdito valiente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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