Finalmente, se consumó lo que muchos
nos temíamos, y ochenta años después los comunistas –porque eso es Podemos, y
Ahora Madrid es Podemos, dígalo Agamenón o su porquero- vuelven a mandar en la Villa y Corte.
No es que espere (bueno, deseo que no)
que la cosa termine como aquella otra vez. Pero vamos, no se puede decir que no
hayan ido avisando. Desde amenazar a funcionarios municipales tras las
elecciones a descubrirse que una miembro de los neocom en Navarra cometió un acto tan progresista y solidario
como desahuciar a una pareja de jóvenes en 2.011, o anunciar en la asamblea de
Madrid, con todo el desparpajo del mundo, que piensan hundirnos y freírnos a impuestos. Al fin y al cabo, no cabe esperar otra cosa de quienes consideran
que los ahorros de la sociedad no deben estar en manos privadas ni ser gestionados por ellas.
Y mientras, en una especie de poner a los lobos a dirigir a los perros pastores, se va a poner en manos de los neocom la dirección de la policía y el urbanismo. Se enseñará a actuar
correctamente a los policías de Madrid, potenciado unidades especializadas en
materia de medio ambiente y empleo (esto
último, que me lo expliquen), así como los
protocolos y los recursos de seguridad para prevenir las agresiones a las
víctimas de violencia machista y sexual (si eres hombre y tu mujer te
sacude, te jodes). También deberán actuar correctamente en
diferentes situaciones como manifestaciones,
asambleas y desalojos.
Gracias a Dios, la Policía Nacional y la Guardia Civil
todavía no han caído en sus manos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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