viernes, 9 de septiembre de 2016

La caída de Hyperion

Según se dice en la introducción, y según comenta el propio autor, esta segunda novela de los Cantos es en realidad la segunda mitad de una única obra, dividida en dos por motivos editoriales (se ve que George Martin y sus inacabables novelas aún no habían hecho acto de presencia en el mundo literario). Y tiene sentido, porque Hyperion acabó con un cliffhanger (o un final anticlimático, depende de cómo se mire) de Padre y muy Señor mío.
Si en la primera parte la historia era contada, fragmentariamente, por los distintos personajes, permitiendo así al lector hacerse una imagen de conjunto a partir de los distintos relatos, en esta continuación Simmons alterna las peripecias de los peregrinos en las Tumbas del Tiempo con las de John Keats desplazándose aquí y allá por la Hegemonía.
Por otra parte, los relatos citados planteaban el escenario en el que se iba a producir el desenlace. Cuando ese desenlace tiene lugar –desenlace que, en realidad, no es sino, visto a posteriori, el planteamiento de la segunda mitad de los Cantos-, el lector se ha llevado unas cuantas sorpresas acerca de los personajes, del escenario y hasta de los sucesos pasados.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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