Uno
de los problemas con los neocom que
alcanzan puestos de responsabilidad es que no son capaces de darse cuenta de
que sus actos ya no afectan únicamente a sus partidarios, sino a toda la
sociedad (nacional, regional, local) a la cual gobiernan, y siguen
comportándose como los activistas exaltados y sectarios que eran (que son).
Este
es el caso de la alcaldesa de Madrid. Aunque diga que ella nunca fue comunista,
aunque diga que ella no es de Podemos, lo cierto es que sus actos y sus
palabras manifiestan precisamente lo contrario. En el tema de los inmigrantes
ilegales provenientes de Marruecos que saltan las vallas en Ceuta y Melilla, doña Rojelia les ha felicitado y les ha
dado la bienvenida porque, dice, son los verdaderos emprendedores.
El problema
de esta gente –y me refiero a los políticos, no a los africanos en busca de una
vida mejor- es que no parecen recordar que cuando tomaron posesión prometieron guardar
y hacer guardar la Constitución y las Leyes. Y entrar en un país ilegalmente no
es atenerse a las leyes; y felicitar a los que lo hacen no es hacer guardarlas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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