Hace unos días hablaba de las trifulcas entre los neocom y como la ex de Junior se había posicionado del lado de los posibilistas en la pugna por el control de la sección madrileña de la formación. No sé si habrá relación de causa a efecto entre ese posicionamiento y el tema de esta entrada, o viceversa, pero resulta difícil no pensar en ello, la verdad.
Resulta que, tras la fagocitación de los paleocom por parte de los neocom, al telegénico (dicen) aunque inane líder de los primeros le habían relegado a lo que, empleando un símil futbolístico o baloncestístico, podríamos llamar los minutos de la basura, cuando se suponía que la coalición había sido un pacto inter pares. Sin embargo, poco después, el economista comunista (sí, ya lo sé, es un oxímoron como un castillo… y un castillo grande, no una de esas fortalezas de chichinabo que se hacen en la playa con arena y un cubito), que se encontraba enfermo –nadie ha aclarado si como consecuencia del disgusto, aunque no es descartable en absoluto-, fue nombrado portavoz com (y punto) en la comisión parlamentaria de Hacienda. No, yo tampoco sé qué demonios pinta allí, pero ellos supongo que sí tendrán conocimiento de las razones últimas.
Y mientras, la comupija Sánchez, esa que nunca nunca nunca iba a entrar en Podemos, se quedaba sin portavocía en comisión alguna. Hasta ahora ocupaba la de Defensa (de nuevo, desconozco qué cualidades intelectuales o curriculares adornan a la sin par Tania –y gracias que es sin par, porque como hubiera más de una íbamos apañados- para que ocupara semejante puesto), pero ahora se la han dado a un guardia civil (supongo que ex, puesto que los guardias civiles, como los militares, creo que tienen prohibido integrarse en partido ninguno) que, al provenir de un instituto armado, algo de idea (teórica) tendrá sobre el tema.
Como he leído por ahí, menos mal que ahora las purgas ya no se hacen mandando a nadie al gulag, que si no…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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