lunes, 5 de septiembre de 2016

Peor que un crimen

Todos los progres del mundo mundial, secundados por los maricomplejines que son legión, han celebrado lo que se ha dado en llamar acuerdo final para la paz en Colombia, firmado en La Habana (sede actual, como todo el mundo sabe, de la democracia, los derechos humanos, el respeto al estado de Derecho y demás cosas elevadas y filantrópicas) entre el gobierno legítimo de Colombia y la narcoguerrilla marxista conocida como Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Eso no ha sido la firma de un tratado de paz. Eso ha sido una rendición de todo un país a un grupo de delincuentes armados, asesinos y traficantes de drogas. Son estos últimos los que han triunfado –y de ahí su alegría- porque, entre otras cosas, tienen asegurados un mínimo de diez escaños en el Congreso del país aunque –si he entendido bien- no cosechen un solo voto.
Como dijo Churchill, entre la guerra y la indignidad, Colombia ha elegido la indignidad. Es muy probable que también tengan la guerra.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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