El
daño que zETAp le hizo a España en cuando a la escena internacional
probablemente lleve generaciones repararlo, si es que alguna vez se consigue. Tras
un par de siglos en los que éramos prácticamente los que cortábamos el bacalao
nos pasamos otras dos centurias en las que ni pinchábamos ni cortábamos. Con Aznar
volvimos, no a ser los más importantes (nuestro tiempo ya hace mucho que pasó),
pero quizá a tener una cierta relevancia en el mundo y en Europa.
Todo
eso lo tiró por la borda el padre de las gremlins con dos simples gestos: no
levantarse al paso de la bandera estadounidense (lo cual muestra tanta escasez
de urbanidad como de agudeza política) y retirar las tropas de Irak al tiempo
que se alentaba a los demás a hacer lo mismo.
Como
consecuencia, ahora somos menos que un cero a la izquierda; y que el presidente
del Gobierno sea un tancredista acreditado tampoco es que nos ayude demasiado. Los
gobiernos extranjeros, en general, han hecho poco caso a los secesionistas
catalanes… pero es que le hacen menos todavía a España cuando de verdad nos
estamos jugando las habichuelas con unos delincuentes que vagan de aquí para
allá por Europa. Y cuando protestamos porque una ministro alemana pone en duda,
a contrario sensu, que España sea un
país con libertades, lo más que hace el Gobierno teutón es calificar de malentendido las declaraciones de la
ministro en cuestión.
Vamos,
que la culpa es nuestra, que no entendimos bien o que somos muy mal pensados.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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