Estos
últimos diez días, el panorama que ha ofrecido los neocom ha sido tan divertido (para los demás) que da para dos
entradas del blog (la segunda, a final de mes).
La
cosa comenzó con un pulso –el enésimo- entre Junior y el becario ubicuo. Designado hace tiempo como candidato a
candidato comunista a la presidencia de la comunidad autónoma de Madrid, el
califa forzó a su ex gran visir a confirmar su candidatura convocando primarias en Mayo. Pero la cosa estaba tan aherrojada que Errejón valoró esquivar el
rejonazo (obsérvese el ingenioso juego de palabras), porque el líder
omnipotente pretendía imponerle el modelo de primarias.
Así
las cosas, el ubicuo valoró no ser candidato; el omnipotente le intentó poner
firme con palabras corteses y educadas (ni media tontería, dijo en un alarde de fina oratoria y estrategia política),
pero al final acabó reculando y apoyó el modelo de primarias del candidato a
candidato. Sin embargo, se guardaba un as en la manga, y así le obligó a llevar de número tres en su lista al especulador inmobiliario hijo del directivo
bancario.
Pero
el becario también tenía triunfos escondidos, y así colocó de número dos de su
lista nada menos que a la concedente de ayudas a las entidades en que se
encontraban sus familiares, a la que nunca -pero nunca- dejaría la formación paleocom para pasarse a la neocom, la que compartió confidencias y
lecho (es un suponer) con el líder omnímodo, la simpar (y menos mal, porque con
dos coo ella…) Tania Sánchez.
A
ella le pareció un honor. A su ex, dicen que dijo, le pareció bien. Pero uno
casi puede escuchar el ruido de la piedra de amolar resbalando arriba y abajo
por las hojas de los cuchillos, allá en Vista Alegre…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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