sábado, 7 de abril de 2018

No hay pelotas

Los secesionistas catalanes amenazan con irse. Amagan con irse. Fintan con irse. Pero, mientras se van, se quedan. Y mientras se quedan, como los parásitos que son, le chupan toda la sangre que pueden al país al que pertenecen.
Y esto lo hacen en todas las instancias y en todos los ámbitos. El Farça se ha posicionado del lado de los golpistas y a favor de la secesión, pero sigue jugando las competiciones españolas porque son las únicas en las que –al fin y al cabo, la pela es la pela- conseguiría la repercusión mediática que necesita para sobrevivir en un mundo tan mercantilizado como el del fútbol actual.
Por eso, aunque la prensa catalana jalee la bronca en la final de la Copa de Su Majestad el Rey de fútbol, y aunque las propuestas independentistas incluyan no jugar la copa del Borbón o vestir con los colores del escudo del rey de Aragón –pues eso y no otra cosa son las cuatro barras rojas sobre fondo amarillo a la que los catalanes llaman bandera- que, al fin y al cabo, es también el Borbón, acabarán jugando y alentando la pitada al himno del país al que pertenecen y al Jefe del Estado al que pertenecen.
Aunque, bien visto, que jueguen de rojo y amarillo. Ese uniforme es gafe para ellos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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