miércoles, 11 de abril de 2018

Primero como drama, luego como farsa


Los flirteos entre la extrema izquierda y la extrema derecha o, por decirlo de otra manera, entre los populismos de uno y otro signo, no son algo infrecuente en la Historia. Sin ir más lejos, hace ahora algo más de tres cuartos de siglo, dos de los mayores asesinos en masa que ha conocido la humanidad –el uno con bigotito, el otro con un poblado mostacho- firmaron un pacto que se probó falso, pero que arrastró al mundo a la mayor conflagración armada que había conocido.
Con la crisis económica de la última década, los populismos han aflorado o se han robustecido. En el país de la bota, la Liga Norte –ese partido inventor de Padania, que probablemente por esa concomitancia ideológica ha sido de los pocos en Europa occidental en apoyar los delirios secesionistas de los separatistas catalanes- lleva ya tiempo existiendo y consiguiendo resultados dispares.
Más reciente es el denominado Movimiento 5 estrellas, liderado por el payaso (lo digo con ánimo descriptivo –aunque no exactamente ajustado- y no peyorativo) Beppe Grillo hasta hace no mucho, de tendencia más bien izquierdista (según Wikipedia, es un movimiento ecologista,anti-euro y parcialmente euroescéptico); lo que en España serían los neocom, aunque con un fundador que, al menos en apariencia, se toma a sí mismo menos en serio que su contrapartida hispana.
Recientemente, parece haberse producido un flirteo entre unos y otros populistas que, según el titular, ha hecho saltar las alarmas en Bruselas. No es para menos, visto el precedente arriba mencionado…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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