viernes, 11 de enero de 2019

Dan casi más lástima que grima

Los neocom españoles concitan en sí dos rasgos que me repelen profundamente: una ignorancia prepotente y una grosería estridente. Ambas circunstancias –que comparten con los golpistas catalanes y sus cómplices, los recogenueces vascos- se pusieron de manifiesto el pasado mes de Diciembre, con ocasión de los actos del cuadragésimo aniversario de aprobación de la Constitución Española.
En tales fechas, es costumbre que Su Majestad el Rey de España se dirija a ambas cámaras en sesión conjunta (aquí me estoy columpiando, pero si estuviera aquí mi hermano pequeño le diría ¿Lo ves? Así se marca uno un farol). En tal acto, el Chepas y sus secuaces ni saludaron ni aplaudieron al Rey, reprochándole que no hablara de cunetas. Al menos, añado yo, tampoco habló de checas ni de fosas comunes, así que no sé de qué se quejan estos desgraciados.
Luego, en su acto alternativo, volvimos a tener un magnífico ejemplo de ese sentido de la oportunidad que caracteriza a Junior que, tan campanudo él, proclamó que la mejor vacuna para que las conquistas sociales de las mujeres tengan combustible es un nuevo movimiento republicano, al tiempo que añadía que hay una crisis de la virilidad como actor político. Eso lo dice el que coloca y quita mucamas en puestos de responsabilidad, el heredero de la ideología que en su añorada segunda república se negó con uñas y dientes a conceder el derecho de sufragio activo a las mujeres porque, decían, estaban dominadas por los curas, el que tiene enfrente a una heredera al trono de España y el que manifestaba que desearía azotar a una determinada periodista hasta que sangrara.
Para remate: el flamante símbolo republicano que se habían sacado de la manga los neocom, una especie de Marianne a la española (podríamos llamarla Maruja), resultó ser el logo, apenas retocado, de un diseño comercial pensado para salones de belleza… adquirible al irrisorio precio de nueve euros y medio.
Si es que son cutres hasta para eso.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: