Los
resultados de las elecciones regionales en Andalucía pusieron muy nerviosos a
casi todas las fuerzas políticas. Centrándonos en la izquierda, los dos
partidos principales de esta corriente ideológica reaccionaron como suelen: los
neocom, recurriendo a la violencia;
los suciolistos diciendo –vamos a ser
suaves- tonterías (y mintiendo descaradamente, pero esto es algo que ya se les
supone de partida).
Así,
la titular de Justicia –sí, esa misma que en su tiempo se reunió con jueces
prevaricadores y comisarios chantajistas- defendió la constitucionalidad de los partidos que apoyaron la moción de censura que encumbró al dctr Snchz a
la poltrona de la Moncloa, frente a Vox.
Según
esta eminencia de la judicatura, los ierreceos,
los pedecatos, los terroristas
metidos a políticos (o en Política, más bien, porque de donde no hay no se
puede sacar… y mira que hace falta bien poco para hacer un político en España)
y toda esa patulea aceptan la Constitución, mientras que la formación de
derechas no. Mujer, si por aceptar la
norma suprema del ordenamiento jurídico español entendemos estar decididos a saltársela hasta destrozarla, mientras que por no aceptar queremos decir no nos gusta y queremos cambiarla siguiendo
los procedimientos que la propia Carta Magna establece, entonces estaré de
acuerdo con la voluble fiscal.
Un
par de días después, la Demóstenes
(por lo farfulladora) que ejerce de portavoz del Gobierno empleó su
comparecencia, como acostumbra, para hacer política de partido, en lugar de
política de Estado, y se permitió dar instrucciones a peperos y naranjitos para que no pacten con Vox.
La
verdad, entre un partido que tiene como miembro a Ortega Lara y otro que se
apoya en los que le mantuvieron prisionero más de un año, yo tengo pocas dudas.
¿Y tú, lector?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario