Si
damos por buena la definición de socialista como alguien capaz de afirmar una
cosa y la contraria y sostener que ambas son ciertas y progresistas, Sin vocales es, sin duda, la sublimación
del socialista.
Y
es que el Dctr Snchz no tiene el más
mínimo escrúpulo, rubor ni recato en decir Diego
donde dijo digo, aunque entre ambos
parlamentos no hayan transcurrido más que unos minutos. De hecho, su
desfachatez sólo es superada por la calientacamas,
capaz de decir algo –bien que mediante elipsis o inferencias- y, cuando se le
pregunta que en qué se basa para realizar su afirmación, soltar, sin que se le
mueva un pelo de las cejas, que ella no ha dicho tal cosa.
A
lo que vamos. Dentro de su partido, si alguien tiene a Pierre Nodoyuna cogido
por los dídimos, esa es la facción catalana. Por ello, basta una llamada del maricatalino a la presidente del partido
para que el secretario general cambie el programa electoral, así, sobre la
marcha.
Francamente,
no sé qué esperan conseguir con ello: los que no les votan en Cataluña no van a
empezar a hacerlo por estos guiños filosoberanistas; y los que todavía lo hacen
cabe que huyan despavoridos, tanto en términos demoscópicos como incluso
físicos.
Y
mientras, el ocupa de la Moncloa
sigue batiendo récords: primer presidente que llega al puesto tras triunfar en
una moción de censura, primer presidente que no logra ganar una sesión de
investidura (varias veces), primer presidente en publicar un libro estando en
el cargo… y primer presidente al que la Junta Electoral abre un expediente
por uso partidista de medios oficiales. En este caso, su residencia.
Ahora
sólo queda esperar que sea también el primer presidente al que defenestran dos
veces de la dirección de su partido. Aunque eso, no sé, no sé…
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