domingo, 10 de noviembre de 2019

Perdisteis la guerra, y eso os j...

Una vez ejecutada la profanación de la sepultura del que fuera Jefe del Estado durante casi cuarenta años, los iluminados que ocupan los puestos del gobierno del país andan en busca de nuevos objetivos con los que, piensan ellos, galvanizarán a sus huestes.
Mientras, desde el palacio ocupado se difunden fotos de cómo ha quedado la zona del altar mayor de la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos tras la profanación. No han podido esperar a que se abrieran al público las puertas del templo, no señor, sino que, como los miserables que son –fuertes con los débiles, débiles con los fuertes-, tienen que alardear de su hazaña.
Y mientras, la bocachancla de la vicetodo, esa iletrada que siendo doctora en Derecho constitucional parece desconocer que la Constitución consagra, negro sobre blanco, la igualdad total entre hombres y mujeres, afirma tan campanuda que los restos de José Antonio Primo de Rivera podrán seguir en el Valle de los Caídos, aunque de alguna manera obviamente discreta.
La verdad, uno se queda un poco perplejo ante semejante afirmación, puesto que ya hemos comprobado que el concepto que estos tarambanas tienen de la discreción no coincide con el de la mayoría de los mortales ni, mucho menos, con la definición que da el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Definición que, la verdad, no me he molestado en buscar, pero que apuesto duros contra pesetas que confirmará lo que digo.
En relación con la muerte del fundador de la Falange, el enterrador de los paleocom, ese humilde individuo que se fue de luna de miel a la otra punta del globo terráqueo, afirmó que fue un fascista ejecutado por golpista. Mira, Albertito, te lo voy a explicar de manera sencilla para que hasta tú puedas entenderlo: no fue un fascista porque fascistas sólo los hubo en Italia, aunque en aquella época y en otros países surgieran ideologías similares (siempre partiendo desde la izquierda, esa que, según tú, está genéticamente diseñada para no delinquir); y mal pudo ser un golpista si cuando tuvo lugar el Alzamiento Nacional ya llevaba meses en la cárcel.
¿Te enteras, pedazo de alcornoque?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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